I want to be the bluebird. Singing, singing to the roses in the yard

sábado, 30 de octubre de 2010

DISCO SEMANAL #1: Le Noise (Neil Young)


Neil Young vuelve con un disco de reclinatorio bajo el brazo. Vuelve a demostrar que su cabeza y sus manos son tierra fértil por las que las ideas campan a sus anchas, libres de todo estereotipo e inalcanzables para los amantes de las modas pasajeras y vistosas. Un disco que, si bien es cierto que muy probablemente no vaya a asomarse a los primeros puestos de las listas, estará cerca de ser de lo mejor del año. Tratándose de Neil Young y mirando hacia atrás en su carrera, nada de esto es noticia. Pero seguramente nadie suela acordarse de que este hombre tiene sesenta y cinco años a sus espaldas, y que su talento y motivación no sólo están intactos, sino fuera del alcance de la humanidad entera.

"Le Noise" recoge ocho temas grabados en el estudio de Daniel Lanoise, productor del trabajo, en California. Lanoise se encarga del tratamiento y arreglos de las piezas, pero poco hay que añadir a un grupo de canciones que ellas solas lo son todo. El disco está grabado fundamentalmente con la guitarra eléctrica de Neil y su voz, junto con algunos sonidos de acústica y ecos aportados por Lanoise.

La leyenda de Neil Young está a la altura de quien realmente es. Si alguien lo duda, debe volver a escucharle con más calma. Porque él es el verdadero depredador del rock and roll. Es, efectivamente, un dinosaurio sobre el escenario, imposible de saciar en su búsqueda de historias verdaderas. Su guitarra no tiene rival sobre la faz de la Tierra: es una hachazo tras otro en la madera que parece imposible de cortar. Es la descarga eléctrica de una tormenta capaz de dejar sin luz a una ciudad entera.

Honestamente, resulta difícil tomarse en serio a muchos grupos actuales cuando un disco como éste llega a las manos de uno.

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