I want to be the bluebird. Singing, singing to the roses in the yard

domingo, 31 de octubre de 2010

Ojalá hubiera estado allí -Maybe Tomorrow (The Stereophonics)-

Quizá sea ésta una de las mejores pruebas de por qué los músicos se convierten en algo más que compositores de canciones cuando las llevan al escenario con una calidad tan sobrada. El directo consagra a un grupo o lo difumina entre otros cientos, limitados a ejecutar sus temas asegurando una interpretación fiable pero desabrida, eliminando riesgos y sonando exactamente igual que la pista del disco, sólo que delante de un público que se queda frío al volver a casa.

Cuando Kelly Jones toca "Maybe Tomorrow", generalmente opta por quedarse sólo con su guitarra eléctrica ante una audiencia a la que, al escuchar un himno de tales magnitudes, sólo le queda abrir la boca y dejar que todo suceda ante sus oídos. La voz de Jones viene del más allá, áspera y contundente, transportada por una guitarra que abre aguas turbulentas entre el público. Parece como si estuviera sólo, tocando en la intimidad de su estudio, su casa, o una colina escocesa. Inmune a cualquier perturbación de la realidad; seguro de que lo que está haciendo es tan grandioso que nadie lo puede contradecir.

Imposible no enamorarse de algo así.

sábado, 30 de octubre de 2010

DISCO SEMANAL #1: Le Noise (Neil Young)


Neil Young vuelve con un disco de reclinatorio bajo el brazo. Vuelve a demostrar que su cabeza y sus manos son tierra fértil por las que las ideas campan a sus anchas, libres de todo estereotipo e inalcanzables para los amantes de las modas pasajeras y vistosas. Un disco que, si bien es cierto que muy probablemente no vaya a asomarse a los primeros puestos de las listas, estará cerca de ser de lo mejor del año. Tratándose de Neil Young y mirando hacia atrás en su carrera, nada de esto es noticia. Pero seguramente nadie suela acordarse de que este hombre tiene sesenta y cinco años a sus espaldas, y que su talento y motivación no sólo están intactos, sino fuera del alcance de la humanidad entera.

"Le Noise" recoge ocho temas grabados en el estudio de Daniel Lanoise, productor del trabajo, en California. Lanoise se encarga del tratamiento y arreglos de las piezas, pero poco hay que añadir a un grupo de canciones que ellas solas lo son todo. El disco está grabado fundamentalmente con la guitarra eléctrica de Neil y su voz, junto con algunos sonidos de acústica y ecos aportados por Lanoise.

La leyenda de Neil Young está a la altura de quien realmente es. Si alguien lo duda, debe volver a escucharle con más calma. Porque él es el verdadero depredador del rock and roll. Es, efectivamente, un dinosaurio sobre el escenario, imposible de saciar en su búsqueda de historias verdaderas. Su guitarra no tiene rival sobre la faz de la Tierra: es una hachazo tras otro en la madera que parece imposible de cortar. Es la descarga eléctrica de una tormenta capaz de dejar sin luz a una ciudad entera.

Honestamente, resulta difícil tomarse en serio a muchos grupos actuales cuando un disco como éste llega a las manos de uno.