I want to be the bluebird. Singing, singing to the roses in the yard

miércoles, 13 de abril de 2011

Versioar no es cambiar la voz: California Dreamin' (The Beach Boys)

Esta versión de "California Dreamin'", original de The Mamas and The Papas, por los Beach Boys, me sorprendó más que me gustó (que también). Un tanto más acelerada y ligera, por así decirlo, no se aleja de la idea genuina del todo, incorporando además sonidos de viento que la sitúan más cerca del blues, incluso, que de las raíces folk que le dieron la luz.

No obstante, versionar esta canción, un auténtico himno atemporal ya, era misión muy difícil... hasta para los Beach Boys.



Para escuchar en REPEAT: Sinnerman (Nina Simone)


Hay artistas que en su paso por la historia de la música, en este caso, han dejado una huella tan profunda y verdadera, que podrían llover al día millones de páginas sobre su historia, hazañas y proezas, que aún así seguirían quedando en el tintero restos de su grandeza.

Nina Simone, sinónimo de jazz y blues, dueña de conceptos como rhythm & blues, es de esos.

miércoles, 6 de abril de 2011

DISCO SEMANAL #18: Rotten Apples [...] (The Smashing Pumpkins)


Antes que nada, dejar claro que los recopilatorios están bien a medias. Son un poco como un signo de nuestros tiempos: las listas de reproducción. Se conocen muchos artistas los cuales luego puede uno investigar, pero se corre el peligro de quedarse sólo en el accedo rápido y directo a los temas más conocidos o populares de un grupo. En ese sentido, un disco recopilatorio (o al menos la mayoría de ellos) pone en bandeja todo lo necesario para tener una idea general de lo que es el grupo, pero ni de lejos hacen justicia -para bien o para mal- sobre toda su carrera.

No obstante, algunos siguen mereciendo la pena. "Rotten Apples: The Smashing Pumpkins greatest Hits" es un ejemplo de ello. Quedarse sólo con él sería una falta de respeto grave hacia la música tan brutal que hace este grupo, pero aún así y con todo, el disco en sí es una joya porque canción tras canción, es sencillamente único.

Los Smashing son de esas bandas que desde un comienzo hicieron suyo el sonido con el que grababan y luego ejecutaban. Cualquier imitación estaría tan falta del carisma de los de Illinois, tan alejada del alma que sostiene sus canciones con semejante entereza musical y pura pasión, que sería tan estridente como el sopnido de una aguja de tocadiscos fuera de control sobre la superficie del álbum.

Las melodías, la calidad de las letras, la variedad de registros que son capaces de atacar con increíble criterio, y la atmósfera única que construyen en cada canción, hacen de de los Smashing Pumpinks un grupo de cabecera.

Obligados.



martes, 8 de marzo de 2011

DISCO SEMANAL #17: Déjà Vu (Crosby, Stills, Nash, and Young)


Somos libres para poder no responder si no queremos a preguntas como cuál es nuestro disco favorito por lo infinito de nuestro gusto por la música. Ese es un triunfo del arte que jamás morirá por mucho que se asedie, o se nos trate de influir. Un apasionado de la música es como un niño que está descubriendo el fútbol y a cuyo padre no se le ocurre otra cosa que regalarle una pelota; la cosa sólo puede ir a más. Y uno puede tener un equipo favorito, pero si verdaderamente ama el deporte, sabrá disfrutar de cualquier jugada en cualquier patio de colegio.

He hecho este pequeño preámbulo porque esta semana hablo de un disco del que si dijera que es mi favorito desde hoy hasta el día en que me muera, estaría legitimado para defenderlo con sobrado criterio y, es más, hasta podría quedar como un entendido. Pues con todo eso, reconozco que me es imposible responderle a un amigo que "Déjà Vu" es mi disco favorito. Seguramente que lo sea, pero no puedo decirlo.

"Déjà Vu" es de esos discos que son como volver a casa después de un día de mierda y una noche de perros. Una inundación musical que se desborda por los altavoces ya desde los primeros acordes de "Carry On", un tema tan representativo de lo que se escuchaba en 1970 como irremplazable e inimitable.

Recuerdo que la primera vez que escuché este álbum me quedé con la boca abierta (además lo hice a través de un vinilo original que conserva un familiar, lo cual le dio cierta atmósfera al asunto un poco más mística). Unas voces que harían que los temas fueran perfectos a capela, guitarras que hablan solas y salpican las canciones como el sol cuando va saliendo y derrite su luz por las calles y tejados, etcétera, etcétera, etcétera. Debe uno escucharlo sin demasiadas indicaciones para que las diez canciones se deshojen por sí solas en cada mente.

Único.

jueves, 3 de marzo de 2011

Para escuchar en REPEAT: Turn Up The Faders(Nathan Asher and The Infantry)

Hace ya tiempo que descubrí a este tío, y hoy recordé tal temón que adjunto después de un tiempo en el congelador. Él y la banda son norteamericanos, y llevan en activo desde el año 2005. Lo cierto es que no hay mucho volumen de información sobre ellos en internet (y menos en las tiendas, evidentemente), así que escucharlos es fruto de una labor de investigación que os recomiendo no dejar pasar.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Versionar no es cambiar la voz: Scala & Kolacny Brothers

Scala and The Kolacny Brothers es un coro femenino de origen belga (1996 aproximadamente), dirigido por Stijn Kolacny y acompañado por Steven Kolacny al piano. Tras ganar un concurso anual de coros en su país natal, el éxito que obtuvieron les ha permitido grabar cinco álbumes de estudio. En esos discos aperecen numerosas versiones de canciones famosísimas, todas ellas versionadas con el mismo patrón, pero con una gran calidad. Aquí dejo algunos ejemplos:

"With or without you", U2:



"Creep", Radiohead:



"Every breath you take", The Police:

DISCO SEMANAL #16: All Through The Night (The Sand Band)


Disco de unos chavales de Liverpool que merece la pena ser escuchado con mucha atención.

"All through the night" es una recopilación de diez canciones sumergidas en una pecera de melancolía, con sonido pop pero bien aliñadas con un gusto folk que no es una pegatina comercial para pasar las nuevas aduanas que la gente que está más "dentro" necesita oír para tranquilizar sus prejuicios.

Un disco que no recordarás por aquella canción que te dio un subidón espectacular de camino a aquel festival, pero que si escuchas con cariño te dará la oportunidad de, quizá, verte reflejado en los cristales de esa pecera.

Más que digno.

lunes, 21 de febrero de 2011

Ojalá hubiera estado allí: Live At Massey Hall (Neil Young)


Disco, discazo, disquísimo, publicado en 2007. Un álbum en directo en el Massey Hall de Toronto, grabado en 1971 durante la gira de Young bajo el nombre "A jorney through the past solo tour".

El disco rápidamente obtuvo éxito entre la crítica y se hizo hueco en lo alto de las listas mundiales (1er puesto en Canadá, 9º en Irlanda, 30º en Inglaterra, etc.), si bien es cierto que esta publicación recopilaba canciones que ya se habían escuchado antes (quiero decir, de ese mismo concierto).

Un álbum exquisito, como los suele parir este hombre, que nos sitúa en una noche mágica en la que sonaron su voz, su guitarra, una harmónica, y un piano. Con eso y poco más, es imposible no quedarse atontado mirando al hoy ya viejo Neil. Aunque lo cierto es que su cabeza siempre ha sido mucho más joven que la de cualquier ser humano que campe esta hinóspita Tierra.

Los que estuvieron allí entonces fueron bendecidos por el más grande. Larga vida al rey de todo esto.

DISCO SEMANAL #15: Butterfly House (The Coral)


El quinto disco de The Coral, "Butterfly House", salió al mercado en Julio de 2010 y, la verdad, no se puede decir que haya sido un éxito rotundo ni mucho menos. La banda que teloneó a Oasis durante su gira de 2005 no ha disfrutado de las buenas críticas (o, mejor dicho, la repercusión mediática) que a mi juicio merece el álbum. La cosa es triste, porque en su visita a Madrid tocaron en la Sala Caracol. Eso, obviamente no es malo (de hecho, es una sala mítica), pero sí que da una referencia sobre el volumen de público que se esperaba acudiera al concierto.

"Butterfly House" es un disco con una calidad inmensa, que poco a poco se derrite cálidamente en los oídos como cera. Desde la primera canción, "More than a lover", se reafirma la intención de la banda de cuidar al máximo las voces, con muchos coros de apoyo en casi todas las pistas. Creo que esto es una firma de autenticidad; una declaración de intenciones. En un mercado musical en el que las prisas hacen que temas creados para llegar al número uno de cabeza contengan una voz principal, un par de arreglos resultones o fáciles (y gracias), poner empeño en hacer que las melodías vocales signifiquen algo más y tengan peso verdadero en el disco, es... eso: una declaración de intenciones. Romper una lanza en favor de la calidad por encima del camino hacia el éxito utilizando la vía más corta.

Canciones con una deliciosa base acústica, coloreadas en todo momento por un goteo contínuo de guitarra eléctrica de sobradísimo criterio y envueltas en una atmósfera que, honestamente, no sé a qué lado de la frontera queda: si en el de la felicidad o el de la melancolía.

Escucho el disco y a ratos me parece estar oyendo a America, y, a ratos, a The La's. Y con eso, más o menos todo queda dicho... Mucha, mucha clase.



miércoles, 16 de febrero de 2011

Versionar no es cambiar la voz: Bittersweet Symphony

Hace días decía que era ésta la mejor canción jamás escrita. Pues bien, probablemente lo siga siga siendo.

No sé si a esto se le puede llamar exactamente versionar, pero está claro que Jay-Z tiene buen ojo para elegir una base sobre la que hacer algo nuevo. Una versión algo edulcorada, pero que no por ello viola la esencia ni la belleza de la original.

Para escuchar en REPEAT: Colorblind (Counting Crows)

Disfruten ustedes de este momento familiar, porque cada vez serán menos.

DISCO SEMANAL #14: In It For The Money (Supergrass)


¿Se acuerda alguien de este disco? ¿Entra en las conversaciones corrientes y molientes de los aficionados a la música? Difícil de decir. Yo me aventuraría a decir que no, supongo que porque soy un mal pensado. Si no viviste este disco en su momento o poco después, parece como si ya no existiese. Como si las canciones que nos parecían (y eran) buenísimas de repente hubieran sido vetadas en la radio y en cualquier programa de televisión. Hay canciones que aparecen con tan sólo sacudir un poco la ropa; ¿por qué hay casos como éste en que parece que no queda nada? Es una vida injusta, ésta.

El segundo disco de Supergrass, sea como sea, es una obra maestra de obligada escucha para los amantes de la buena música, como suelo decir. Por encima de nombres y nombretes, léase britpop o "los noventa" (que, ojo, uno se identifica con eso), este disco presenta doce temas alegres y directos, con unos sonidos guitarreros tan frescos como potentes, y sin ningún tipo de pretensión por encima del recopilar una serie de canciones en las que, por lo visto, parece que se lo han pasado bien durante su grabación y composición. Cómo no van a salir las cosas así...

Tonight, G Song, o Sun Hits The Sky, por nombrar algunas, son las joyas que esconde este magnífico disco. Sin complejos, sin miedo. Supergrass.

martes, 1 de febrero de 2011

DISCO SEMANAL #13: Wilderness Heart (Black Mountain)


Otro disco que suena a profundidades. Bajo el agua o bosque adentro, pero a profundidades poco concurridas, allí donde sólo se adentra nuestra mente de vez en cuando.

Black Mountain, con base en Vancouver -Canadá-, es un grupo que lleva en activo con ese nombre desde 2004, haciendo rock basado en influencias blues y de psicodelia. También afirman estar muy marcados por la Velvet Undergroud, lo cual no pongo en duda, pero si hubiera que valorar esa influencia sobre cada grupo que lo dice...

El "Wildernes Heart" encontraremos precisamente eso: blues, psicodelia, y salpicaduras de rock ácido en muchos de los temas. Sí, el término "rock ácido" viene derivado de aquellos grupos que escribían rock psicodélico bajo los efectos del ácido allá por los setenta, pero igual de importante que eso es el fondo musical que subyacía en esas composiciones: Dylan, Beatles, flok, blues, música hindú...

Un disco en el que parece haber una clara diferenciación entre temas eléctricos y acústicos; no es que haya demasiada mezcla. No obstante, las canciones son realmente buenas y, como se dice, tienen pegada. Y algunos arreglos de producción que se van descubriendo tras varias escuchas son tan sutiles como perfectamente encajan.

Un disco que no descubre la pólvora ni mucho menos, pero que suena muy claro y contundente tanto en lo referido a las canciones como en la concepción musical que parece haber detrás: tocar guitarras emulando a los mejores y tratar de aportar un grano de arena, lo cual no es nada fácil. Y si uno se lo pasa bien haciendo lo que le gusta, pues mire usted, acaba de encontrar la receta de la felicidad.



martes, 25 de enero de 2011

Para escuchar en REPEAT + Versionar no es cambiar la voz: My Back Pages (Bob Dylan)


Cómo no, del enorme e incomparable; del dueño de todos los adjetivos que siempre se le quedarán cortos, de Bob Dylan.

Una canción de la que se ha hablado mucho y se escribe aún más, sobre la cual la mayoría de los aficionados y expertos dice ser un conato de rechazo a la canción protesta por los derroteros que ésta había tomado: una suerte de sin sentido lineal y del que todo el mundo se podía estar aprovechando mientras atrás iba quedando la auténtica génesis de aquel concepto musical.

En cualquier caso, se trata de una pieza acústica -esto no era difícil- a la que muy pocos pueden acercarse para hacerle la más mínima sombra. Por su belleza, por su sencillez, y por la concisión tanto en la música como en las estrofas que canta. Evocadora de una nostalgia tan lejana como el mismo tiempo, y orbitando alrededor de un profundo y cansado sentimiento de melancolía, este tema lo es sencillamente todo. Sería difícil encontrar a alguien que incluso haya gozado del éxito musical más rotundo, que negara añorar haber querido componer con sus dedos esta canción. No es casualidad que tantos y tan diferentes artistas, conocidos o no, si es que eso importa mucho, hayan querido proponer su visión de la canción.

Así, deseo que si alguien lee este blog, quede prendado de ella para siempre.

Bob Dylan:



The Byrds:



The Hollies:



The Ramones:

DISCO SEMANAL #12: Phosphene Dream (The Black Angels)


Llevo unos cuantos días enganchadísimo a este disco. Supongo que hay temporadas en las que uno está mucho más receptivo a escuchar de buen gusto música más psicodélica que de costumbre, imagino que por un estado de ánimo infludo a saber por qué... pero el caso es que es así. Y no es que vayas caminando por la calle o mirando por la ventana del autobús y, de repente, te parezca que todo pudiera tornarse color verde y las nubes hacer figuras de elefantes haciendo gimnasia (que también pasará sin necesidad de ir hasta arriba de nada)... no. Sencillamente es que en tu cabeza esa música fluye, cosa que no sucede siempre. Al menos en mi caso particular. Aún así, aprovecho para declararme fan de la psicodelia.

Pues precisamente eso: un disco éste de The Black Angels básicamente de rock psicodélico. Término que seguramente hará que muchos se lleven las manos a la cabeza, recordando grupos plomíferos cuyas canciones jamás entenderemos por qué llegaron tan lejos... pero no. Es un disco que apetece escuchar por segunda vez. Es más, cualquier canción podría quedar bien en el próximo recopilatorio que le hagas a tu novia medio indie (espero que eso siga haciendo).

The Black Angels (nombre salido del tema "The Black Angel's Death Song", de la Velvet Underground) son de Austin, Texas. No vamos a recordar lo importante que es (y ha sido) Austin para el rock, que para eso ya hay camisetas a patadas que lo van recordando por ahí, pero... joder, nunca dejaré de preguntarme qué coño piensa el resto de Texas sobre Austin, en donde decenas de bandas de calidad proliferan como los modernos en la Gran Vía. Lo mismo a alguna hasta se le ocurre escribir un verso en contra de la pena de muerte.

"Phosphene Dream" es el tercer disco de estudio del grupo, y presenta diez canciones elaboradísimas y que enganchan desde el primer momento. Uno no tiene conciencia exacta de lo está escuchando, precisamente por esos aires psicodélicos que envelven este trabajo, pero ciertamente desde el primer tema uno queda atrapado en esa atmósfera etérea que crean los americanos sin, gracias a Dios, una producción barroca o pasada de rosca.

Muy recomendable. Yo, como digo, estoy enganchadísimo.

miércoles, 19 de enero de 2011

Para escuchar en REPEAT: I Cover The Waterfront (John Lee Hooker & Van Morrison)


Podréis encontrar esta canción -entre otros- en un disco de Hooker que se llama "The Best Of Friends", en el que colabora con él una retahíla de grandes músicos como Clapton o Van Morrison. Un disco de obligada escucha para los amantes de la música, y, sin duda alguna, de cabecera para los apasionados del blues más hondo (aparece con Morrison originalmente en "Mr. Lucky" y, grabada sólo por Hooker, en "The Ultimate Collection").

Un tema de blues popular que se hizo famoso en la década de los años 30, compuesto por Johnny Green y Edward Heyman y posteriormente versionada por mnúltiples artistas como Billie Holiday o Louis Amstrong.

Esta versión de Hooker con Morrison es una verdadera joya, una obra maestra que empapa los oídos de quien la escucha. Impone con la autoridad de su hermosura el blues que sólo alguien como Hooker posee en sus dedos.

Imprescindible.

martes, 18 de enero de 2011

Para escuchar en REPEAT: Bittersweet Symphony (The Verve)

Se olvida uno, según va creciendo y llenando la maleta de trastos inservibles, de todo aquello que le hizo ser quien soñaba, al menos por un momento tan breve como un chispazo. Durante el segundo día consecutivo en el que la ciudad se levantaba invisible tras la niebla, me acordé de que ésta era la mejor canción que se escribió en la década de los noventa y que, afortunadamente para mí, nadie podrá quitarla de mi cabeza hasta que me cubra tierra húmeda.

'Cos it's a bittersweet simphony, this life.

DISCO SEMANAL #11: Homeless Brother (Don McLean)

Hace poco encontré este disco, la versión original en vinilo de 1974, en la colección de un familiar. Cuando terminé de escucharlo no daba crédito. Hacía tiempo que un disco no me sorprendía tanto, no me llenaba de tal manera, y no me resultaba tan hermosamente atractivo. Fue un auténtico flechazo, honestamente. Y llevaba ahí, en la estantería de esa habitación, delante de mis ojos, toda una vida.

Once preciosidades. Once canciones que llevas esperando escuchar desde que tienes memoria. No las conoces, pero crees reconocerlas desde el primer momento en que suenan. Una delicia folk, o como quieras llamarlo, pero una delicia. Las canciones llenan el espacio con naturalidad y sencillez; embriagadoras sus melodías, que verdaderamente transportan nuestra imaginación, aunque esto ya se diga sin pensar y sin concederle valor al decirse, a un lugar mejor, mucho mejor.

Llegué a una conclusión algo difíl un rato después. Don McLean es culpable de haber escrito "American Pie". Sí, ese himno indescriptible, anacrónico, único. Si no lo hubiera hecho, se escucharían más sus otros discos.

lunes, 10 de enero de 2011

DISCO SEMANAL #10: The '59 Sound (The Gaslight Anthem)

Cuando leo sobre The Gaslight Anthem, me hace feliz notar que una parte del mundo ha sido justo con ellos sin depender de la suerte; de nada que no fuera otra cosa que su música. Las críticas que recibe no son sólo palabras bonitas -sobre todo al respecto de "The '59 Sound"-, sino que de ellas se desprende una especie de sentimiento de esperanza. No creo que sea un grupo mimado, no van por ahí los tiros. Tan sólo pienso que, viendo lo que han hecho, muchos contenemos la respiración deseando que el futuro confirme que, efectivamente, no era una ilusión: que ellos brillan más que el resto en el cielo.

Por otra parte y de igual manera, algo de injusticia hay en el hecho de que no se hayan comido las listas de éxitos por el mundo. No digo que eso necesariamente sea ni tan siquiera lo que busquen o lo que sea de esperar (Dios me libre, por favor...), pero así "debería" de haber sido. Por poner un ejemplo más o menos de su año: "Neon Bible" (discazo de The Arcade Fire) es de entonces (2007) y no sólo recibió buenas críticas sino que, además, fue un boom mediático (como viene siendo su caso). Chico... yo qué quieres que te diga; no me parece ni de lejos un disco superior a "The '59 Sound". Sí, que se les va mucho la olla, que meten muchos instrumentos, que muy barrocos, que muy oscuros y misteriosos ellos... pero lo que son las canciones, no creo que su raíz sea de más calidad.

Pero a lo que íbamos: "The '59 Sound" hay que escucharlo porque es un disco hecho para tí, que estás deseando escuchar rock and roll igual que el motor de un bólido desea tragar gasolina para saciar su sed brutal. Es un disco que encierra tal pasión y amor al arte que en cuanto el CD se ponga a girar, tu cuarto quedará inundado por el olor que habita en los lugares en los que se sitúan las historias que narran sus canciones.

Irremediablemente influenciados por Bruce Springsteen (New Jersey), muchos creen que este grupo podría ser quien recogiera el testigo de la música del Boss. Estas comparaciones no me gustan mucho porque no tienen demasiado sentido... pero ahí queda, desde luego, que un experto de no sé dónde lo diga. En este disco encontrarás referencias y sonidos a clásicos que a lo mejor aún no conoces, pero que creerás reconocer al momento.

De escucha obligatoria y necesaria, de principio a fin, sin saltarse ningún tema, respetando el trabajo de la banda.

jueves, 6 de enero de 2011

Ojalá hubiera estado allí: Oasis en los 90s

Me puse nostálgico estos últimos días y removí mis primeros discos. El por qué de mi amor incondicional al rock and roll se llama Oasis y, más en concreto, Noel Gallagher. Somos cientos de miles los que sentimos la llamada de todo esto gracias a semejante cejijunto, y, aunque hayamos avanzado en nuestros gustos, a mí no me cuesta admitir que siempre serán los primeros en mi corazón. De hecho, creo que Noel podría sacar un disco de techno-rumba y aparecer en los videoclips rodeado de tías buenas bailándole, que aún así intentaría justificarlo.

Ahora las cosas han cambiado mucho. Ya en las últimas giras se notaba el cansancio de un grupo que, probablemente, murió por su miedo a innovar; a buscar lo que -seguro- aún albergaban de talento. Quizá la decisión de Noel de dejar el grupo fuera lo más maduro por su parte. Personalmente deseo que vuelva con algo pronto, pero sobre Oasis, seguro que hizo lo correcto. Aquello se convertía en un vicio malo y cada vez más profundo.

Sea como fuere, hoy recuerdo la época más brillante de este glorioso grupo con un ejemplo muy claro: Noel jamás fue precisamente un guitarrista técnicamente superior; nada más lejos de la realidad. De hecho, cualquiera que toque la guitarra y haya intentado imitarle, enseguida se habrá dado cuenta de por dónde va siempre. Pero, la verdad... ¿a quién le importa eso? En este vídeo (seis minutos extra al final de "Champagne Supernova" durante la gira del "Be Here Now", en 1998) lo que verdaderamente importa es ver las ganas que tenían de comerse el mundo. Cómo con un nivel técnico mediocre, Noel se lanza a conquistar el mundo con un sólo de guitarra enorme. Más bueno, más malo, más bonito, más feo. Pero lo hacía.

Si esuviste allí en aquella época, realmente estuviste en la cresta de la ola viendo a un grupo que, le pese a quien le pese, ha mantenido en muchas generaciones la ilusión por empezar a tocar la guitarra.

lunes, 3 de enero de 2011

DISCO SEMANAL #9: Universal (La Habitación Roja)

Una de las aficiones principales de la crítica musical de este país (España, que quede claro) es decir gilipolleces para hacerse notar, puesto que no tiene la nobleza suficiente como para reconocer lo bueno, aunque no venga de la mano de un grupo novel o cuya promoción parece la de un catálogo de ropa y complementos. Así, hace poco me quedé boquiabierto cuando leí una crítica de Carlos Marcos (un entendido, supuestamente) del último disco de Neil Young en la "revista" Rolling Stone. Se quejaba de que el disco era aburrido, raro, y que la labor del productor era "sospechosa" al no hacer nada (el disco es básicamente él tocando la guitarra, no más). Creo que no entendió muy bien la naturaleza del disco, que era precisamente esa: mostrar las canciones de manera cruda y sólo con las guitarras. Dos cosas: la primera, que el disco ha recibido críticas buenísimas por todos sitios. La segunda, sí, Rolling Stone es ese panfleto publicitario con fotos de moda y en la que nadie habla de música.

"Universal", de La Habitación Roja (LHR), puede que no sea ni el mejor disco del grupo ni el mejor disco de pop/rock de la historia de España. Pero, desde luego, las críticas salvajes que ha recibido desde algunos medios españoles son injustificables. Resulta obvio pensar que hay un odio exagerado por algún motivo que desconozco a este grupo; algo que no tiene que ver con su música exclusivamente, para que exista tal ensañamiento.

Resumiendo: como decía, en este país algo va mal si a este disco le llueven palos y luego a un tal Joe Crepúsculo, al que una vez intenté escuchar y sentí como si violaran a la hija que aún no tengo, lo adoran como el nuevo mesías.

"Universal" es un disco que quizá no está a la altura de -por ejemplo- el enorme "Nuevos Tiempos", pero presenta una serie de canciones más que dignas. "Voy a hacerte recordar", "Hacia la luz", "Younger", o "Días de vino y rosas" creo que son temas que más de uno hubiera deseado escribir, con melodías hermosas y letras que, al menos a mí sí, me aportan algo sobre la vida. Supongo que algunos expertos musicales o gente que escibe en blogs por esta geografía está muy por encima, claro. Aquí estoy esperando sus libros para que me iluminen, o sus discos, si tanta crítica independiente saben hacer.

Quizá lo que cabree a la crítica es que LHR no sea un grupo cuya líder y vocalista tenga un nombre inglés muy rimbombante, cante como con miedo a que le den una colleja, y se empeñe en cantar en inglés cuando todo el mundo sabe de dónde viene. Escuchen el disco y juzguen ustedes mismos.

sábado, 1 de enero de 2011

Para escuchar en REPEAT: New year's day (U2)

Feliz año blablabla. Aunque ahora no esté muy claro a qué se dedican exactamente, hubo un tiempo en el que U2 escribían canciones realmente buenas, como es el caso. Me gusta porque además de ser un temazo dice una gran verdad: nothing changes on new year's day.