I want to be the bluebird. Singing, singing to the roses in the yard

jueves, 11 de noviembre de 2010

DISCO SEMANAL #2: Yankee Hotel Foxtrot (Wilco)

De todo lo bueno que produce este grupo (que resulta ser la inmensa mayoría de cuanto firma), "Yankee Hotel Foxtrot" fue, seguramente, el primer golpe de autoridad que dio sobre la mesa del amplio panorama internacional. Hasta la fecha de salida de este disco, Wilco no había gozado ni de lejos de la repercusión mediática que ahora se le ponía en bandeja, si bien es cierto que, para muchos aficionados, este grupo norteamericano ya circulaba por sus cabezas bajo la bandera de grupo de culto y que, tarde o temprano, tenía que reivindicarse y explotar.

Para situarlos en algún sitio, su música es etiquetada como country alternativo, y, por qué no, así es. Lo que sucede con este grupo es que... ¿realmente importa qué etiqueta acompañe sus críticas? Wilco hace una música tan soberbiamente buena, con un criterio tan sobrado y un talento tal que, a decir verdad, no merecen ninguna etiqueta. Se trata de un grupo cuya música está por encima de esas niñerías; es transnacional, multigeneracional. Si te gusta la música, te gusta Wilco. No es cuestión de que seas más de contry, folk, rock and roll, pop, o de la madre que parió a cualquier género musical.

El Yankee es un disco que, a pesar de haber sido grabado en medio de problemas internos de la banda y haber estado contaminadas las sesiones de grabación por contínuos problemas con los productores, ya forma parte de los mejores trabajos musicales de la historia. La voz de Tweedy, las guitarras acústicas que transportan los temas sobre algodones, los arranques eléctricos y de steel guitar que colorean las melodías con pasión, y una concepción perfecta del ritmo, convierten la escucha de sus once canciones en un espectáculo sonoro. Imprescindible.

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