I want to be the bluebird. Singing, singing to the roses in the yard

jueves, 25 de noviembre de 2010

Ojalá hubiera estado allí: The Last Waltz (The Band)

Uno de los mejores, si no el mejor, directo jamás editado. No sólo por la calidad de las interpretaciones (a pesar de que hubo muchos problemas de sonido, puesto que además fue rodado como documental por M. Scorsese), sino por todo lo que rodeó a este mágico concierto, el Día de Acción de gracias de 1976. La despedida de The Band (aunque se reunieran posteriormente, en 1983, para nuevas giras ya sin Robertson, mítico miembro de la banda).

En esta gloriosa grabación colaboró gente como Neil Young, Bob Dylan, o Eric Clapton entre otros. Quizá sólo con eso ya podría terminar uno de pensárselo si está delante del CD en su tienda de discos favorita. Se trata de una compilación de los mejores temas de la banda, interpretados junto a amigos y colaboradores que estuvieron cerca de ellos durante sus años de carrera. Nacidos como "The Hawks", inicialmente banda de apoyo de Ronnie Hawkins, grupo de gira de Dylan (Robertson colaboró en el "Blonde on blonde" de Dylan), y luego rebautizados como "The Band" por su discográfica, la historia de este grupo canadiense es la historia de un grupo que, si ahora es reconocido como uno de los más grandes e influyentes de la hisoria del rock and roll, la cruda realidad es que siempre estuvieron en un segundo plano al respecto de mucho otros artistas. Es la historia de un grupo que jamás rompió las listas o las portadas de las publicaciones musicales en su momento, pero que siempre creyó en su música.

Si se mira con detenimiento su trayectoria resulta difícil aceptar que esto fuera así, ya que The Band está relacionado se mire por donde se mire con los nombres más grandes y los momentos más importantes de la historia de la música pop/rock de la segunda mitad del siglo pasado. Esta triste paradoja está muy presente en el concierto, que, a pesar de ser una fiesta, un verdadero acto de celebración por la música, rezuma una atmósfera de melancolía y nostalgia que aprieta con fuerza el cuello de un público entregado y un grupo que está a punto de dejar las guitarras para siempre bajo el nombre "The Band".

Un disco imposible de escuchar sin sentir antes o después un nudo en la garganta, sin notar que te haces pequeño ante unas canciones que están por encima de todo, que quedarán en la mente de uno sonando para siempre en ese mundo paralelo que ronda nuestras cabezas, en el que todo puede ser mejor.

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