I want to be the bluebird. Singing, singing to the roses in the yard

martes, 14 de diciembre de 2010

DISCO SEMANAL #7: HELP! (The Beatles)

Elegir un disco de los Beatles para hablar de él como uno de los mejores es difícil: todos ellos, independientemente de la época a la que correspondan, contienen canciones de excelete calidad. No hay grabación de los de Liverpool que haya pasado desapercibida por la historia de la música moderna. Así, discos como "Revolver", "Sgt. Pepper's [...]", o el doble blanco, son enormes iconos musicales por lo exquisito de su música y prácticamente fenómenos irrepetibles en lo referido a lo que significan en la evolución de esa música moderna y la historia del pop/rock.

Pero hoy hablo y recomiendo una escucha concienzuda de un trabajo que no se identifica aún con esos Beatles psicodélicos y/o mucho más avanzados en su innovación musical. De un disco básicamente pop pero, a la vez, plagado de nuevas influencias que ponen de manifiesto el imparable ascenso de los Beatles; su constancia en la maduración como músicos y personas. Creo que se trata, la publicación de este disco, de uno de los puntos de inflexión clave en la carrera de los "fab four", puesto que podría tratarse de uno de los nexos fundamentales entre su música más primitiva y lo que está por venir pocos años más adelante: una auténtica revolución musical porpuesta por ellos mismos.

Estas influencias son muy palpables sobre todo en dos canciones: "You've got to hide your love away" (donde Lennon muestra su admiración por Dylan) y "I've just seen a face" (tema prácticamente country/bluegrass si le añadiéramos un banjo y algún instrumento más de ese género). La incorporación de nuevos instrumentos como el contrabajo en "Yesterday" implican una clara voluntad de indagar en las posibilidades expresivas de los mismos, con la idea de no quedarse simplemente en guitarras, batería, y bajo para el resto de su carrera.

Además, conviene subrayar que la canción que da título al disco era, tal y como aseguró el propio Lennon, una verdadera llamada de socorro ante todo el mundo. Los Beatles empezaban a convertirse en un mostruo muy grande que se alimentaba de una fama desmesurada, y eso generaba grandes dosis de infelicidad a sus miembros, agobiados y cansados en innumerables ocasiones.

Como se sabe, los temas de esta grabación son la banda sonora de la película con el mismo título (una obra sin más intención que la de potenciar las ventas de la marca "The Beatles").

Pero dejando aspectos técnicos o históricos a un lado, que al fin y al cabo no son ni de lejos lo importante, este disco tiene que ser escuchado por su rotundidad musical; porque sus canciones son auténticas joyas. Por la belleza que contienen envueltas en esa aparente sencillez en la producción. Partucularmente, le doy un vistazo a la lista de canciones del álbum y me doy cuenta de que están muchas de mis favoritas a lo largo de la carrera de los Beatles.

"The Beatles". Uno ha escuchado tantas veces esas dos palabras que parece que ya no significan nada, cuando siguen siendo de lo más grande que ha dado el silo veinte.

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