I want to be the bluebird. Singing, singing to the roses in the yard

lunes, 20 de diciembre de 2010

DISCO SEMANAL #8: Wake up the nation (Paul Weller)

En el disco de esta semana volvemos un poco a nuestros días más actuales con "Wake up the nation", del enorme e inimitable Paul Weller.

Weller, nacido en 1958, seguramente no haya gozado de la dimensión artística o repercusión mediática y social a nivel mundial de la que otros sí, como Neil Young o Springsteen. Su música, sobre todo sus inicios más punk, estuvo muy atada a un momento político y social de la Inglaterrea de Tatcher, problemática social a la que él jamás dio la espalda para hacerse comercialmente grande (pudiendo sobradamente). Pero, ciertamente, un problemática enmarcada en Inglaterra, mientras cada parte del mundo sufría sus propios problemas.

Weller es un hombre que ha pasado por todo: el punk, el mod, el funk, soul, etc., buscando siempre la innovación, manteniéndose firme en su creencia de que hacer música es estar abierto a todo y no anclarse en aquello que te dio el éxito estruendoso cuando joven. Así, en su discografía encontraremos canciones para todos los gustos y discos mejores o peores en conjunto, pero si hay una cosa clara es que nunca, jamás, se le podrá acusar de ser un vago, un cómodo; un perezoso que vive de las rentas de su caducada insipración.

Además, Paul Weller es un luchador incansable de los derechos de los trabajadores y siempre ha sido un referente como voz del pueblo, que en ningún momento ha dejado que su éxtito acallara sus ideales más puros y pasionales.

Por supuesto, y como todos los verdaderamente grandes, aquellos que hemos tenido la suerte de verlo en directo entendemos el por qué de la inmensidad de este hombre: sus actuaciones están llenas de energía, de furor musical y de arrojo. Claramente superior a la mayoría de músicos veinteañeros que la MTV dice que son buenos y una revelación sobre el escenario. Es necesario intentar verlo en directo.

"Wake up the nation" hubiera roto las listas si fuera un disco de debut de cualquier otro artista, con joyas como "Moonshine", "Wake up the nation", "Fast car/Slow traffic", "Find the torch/Burn the plans", "Aim high", y un buen etcétera. Pero ya se sabe cómo va esto: la promoción es la promoción. Un disco enorme, obligado para cualquier amante de la música y qué decir para los fanáticos, como un servidor, de papá Weller.

No obstante, en mi opinión este trabajo es algo más por razones que cruzan la frontera de lo musical: es una prueba de cómo envejecer dignamente, de madurar y crecer siempre de la mano de la música, de no dejar de empaparse de otros estilos a los que estamos menos acostumbrados. De, en definitiva, amar a la música por encima de todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario